La idea
De chico siempre me intrigaba el tren que llegaba a Etzatlán, me preguntaba ¿por dónde pasaba? ¿cuánto tiempo se hacía? Y realmente quería viajar en el tren de pasajeros, hasta que el tiempo pasó y el tren dejó de pasar. Todo quedó en leyenda y todavía más intrigante la leyenda de los trenes que llegaban a San Marcos, que eran máquinas de vapor. No se como pero en mi mente se fue conjuntando la idea del ferrocarril con la ruta en bicicleta. Las vías verdes que es un proyecto de conversión de vías en deshuso en ciclovías puso más alcance esta aventura.
La Planeación:
Se hicieron algunos tramos de ruta separados para conocer como conectar Guadalajara con las vías verdes que comienzan en el fraccionamiento ruiseñores. La parte más complicada fue conectar el fraccionamiento de Las Tortugas contra el último tramo de vías. Una primera aproximación me dio una pista por donde conectar y evitar lo más posible el uso de la carretera.
La travesía:
Este es el video de la travesía antes de seguir el relato, agradezco te suscribas al canal:
El inicio de la travesía fue en la Estación de tren de Guadalajara. A las seis de la mañana y minutos más partí con una mochila de ataque con algunos alimentos, agua, refacciones y los elementos para hacer el video. Llegar al periférico toma alrededor de una hora y es hasta que sales de la ciudad después de San Juan de Ocotán cuando ya te sientes libre de la ciudad y que ya entre los campos puedes rodar más tranquilo. La primera parada fue en La Venta para ver descargar una tolva de tren de avena. Luego en La Venta atravesando la carretera y haciendo algunos zigzags se llega al pueblo de La Primavera que rápido la dejas atras. Algo poco placentero de ver en esta zona es que hay varios cauces de aguas negras a cuelo abierto y que están llenos de basura. Sin duda que es muy insalubre el aire ahñi y sin embargo se ven algunas viviendas a un lado del cauce. Después siguen algunos caminos muy entretenidos hasta llegar a un punto donde no hay mucho para escoger, hay que tomar un poco de carretera para seguir la ruta aun cuando en esta parte la carretera es muy ancha, hay que tomar las precauciones necesarias.
El siguiente tramo es muy difícil de andar propiamente en bicicleta ya que se va junto a la vía del tren y en partes no hay vereda. Este tramo lo hice hasta cerca de la estación de Empalme Orendaín donde por fin pude tomar ya camino a y enfilar hacia Huaxtla.
En la fábrica de Granvita (20.7186, -103.6759) me encontré con mi apoyo de automóvil y se unió conmigo mi compañera para pedalear de ahí hasta La Vega. Solo unos kilómetros adelante en Ruiseñores comienza la vía verde (20.7048, -103.6963) y es muy buena alternativa para el cicloturismo, cubre muchos kilómetros con pendiente moderada y con muy buen estado de la ruta. La vía verde solo está cortada en el cruce con la carretera a San Marcos en 20.66, -103.73 pero no es complico cruzar la carretera aun cuando es un cruce.
Toda esta zona es plana y recta así que la velocidad promedio aumenta considerablemente. También fue una zona dónde hace más calor así que toda oportunidad de refrescarse fue aprovechada con regaderazos por los aspersores gigantes para los campos de cultivo.
En La Vega tomé un descanso. Es una excelente alternativa para ir a pasear en familia en bicicleta. Está la cortina de la presa de La Vega donde sue puede pasar una tarde relajante, y todos los alrededores son excelentes para seguir andando en bicicleta. En la estación de tren en fin de semana hay bicicletas disponibles para préstamo.
El último tramo de Vía Verde entre La Vega y Etzatlán siguió siendo pesado por el calor pero pronto pude llegar a Etzatlán. La estación de Etzatlán tiene además un museo de la antigua industria de la minería de la zona, vale la pena visitar en cualquier visita a Etzatlán. Pasando Etzatlán la ruta seguiría por caminos rurales pasando por Oconahua. Este último tramo resultó muy complicado ya que por evitar la carretera a Oconahua tomé una ruta por campos de cultivo donde las espinas de los huizaches hicieron estragos en las dos llantas.
La ruta entre San Marcos y Oconahua está muy padre para andar en bicicleta, pero con mis llantas en tan mal estado opté por completar los últimos tres kilómetros corriendo junto con la bici. En parte por la frustración de estar tan cerca y necesitar tanto tiempo para reparar los daños y también para descandar de tanto tiempo haciendo lo mismo en la bici.
Después de 12 horas completé la ruta de 127 kilómetros, para mi un pequeño record personal, una travesía que quería hacer desde hace mucho tiempo y la motivación para saber que puedo pedalear todavía más.